jueves, octubre 30, 2003

Most of us are quite pleased with the same old song

Portishead
Alien

Si bien cuando, a mediados de los noventas Portishead proponía una amalgama de reciclaje sonoro por demás seductor, junto a ese tono vocal de aflicción a lo Billie Holliday, era difícil intuir que se convertirían en los responsables de una marca estética, consecuentemente muy imitable. Junto a su insuperable primer larga duración (Dummy) este Alien se queda corto.

Pasaron más de cuatro años para que Beth Gibbons sopesara las cosas que estaban en el aire, exceptuando claro está, la colaboración con Rusty Man en su disco de solista. Tantos haciendo lo mismo (Broadcast, Mono, Morcheeba), le habrán hecho pensar a Beth Gibbons y a Geoff Barrow que reiterarse con la misma fórmula no era lo más adecuado. Se denota cierto aburrimiento en las bases sintéticas y una ausencia de guitarras considerable. El espíritu de Sade ronda lo que en promedio son baladas más contenidas y a la vez más accesibles que misteriosas. Queda la voz que de alguna manera sí sostiene a la melodía como funcional. Tal parece que los de Bristol tienen poco que decir como banda y mucho que superar.

Belle and Sebastian
Dear Catastrophe Waitress

El combo de Glasgow sigue manteniéndose en forma. En esta su quinta entrega demuestran su capacidad para armar sólidas canciones cual si fueran rompecabezas. Esto no quiere decir que se fíen de sus anteriores trabajos para reinterpretar el modelo. Quizá progreso no sea la palabra que definan estos 10 tracks de Dear catastrophe waitress pero es más acertado hablar de variación.

Todo el colectivo colaborando aun mismo tiempo, todos armonizando los temas de Murdoch, líder y letrista. Cuerdas intercaladas dinámicamente en el tema homónimo. Cinco minutos de Northern Soul-Motown en If she wants me. Saldos de Tigger Milk con más matices en Roy Walker. Duo de voces (S. Murdoch e Isobel Campbell) en I believe in travelling light, un amable diálogo. Sólo una guitarra y la voz acompasada bastan para darle consistencia folk a Piazza, New York Catcher. You don´t send me bien podría ser el sencillo y la canción que hable por todo el disco. Pop sesentero y pegajoso en Stay loose y Step into my office, baby.

Aunque a los fans de If you´re feeling sinister les cueste trabajo aceptar el cambio de dirección de la banda, no podrán negar que este disco es una obra brillante que reafirma que se sigue facturando pop inteligente sin ser condescendiente.

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