A little chronicle of that ultraweekend.

Excesivamente bien la fiesta en casa de David la madrugada del sábado. Contentos y trasnochados. La tocada de las Ultras salio también a pedir de boca. No sé bien qué es lo que quiero escribir aquí acerca de este pasado fin de semana. Más bien a manera de recuento se trata de anécdotas quemerecen ser contadas. Jueves enla tarde nos vemos en una casa de porel centro, gusto en vernos y unas cervezas, ya luego la hueva mía de tener que trabajar. Me esperan casi fastidiadas del antro (las entiendo) y luego venimos a mi casa para terminar con 12 cervezas hasta altas horas. Como al otro día tocaban, nos vimos y fuimos al hotel para el atuendo, empezaba la fiesta. Cuando pensabamos que ya era un poco tarde para llegar a tiempo al Clandestino; noera así, hasta hubo tiempo para departir un poco con Edson, Toño Rotuno, Los Luchos, y otros. Fotos y así. Medio drogados. Euforia enla tocada, público suficiente para que comenzara. Ellas también felices. Un desmadre para poder irnos a casa de David, lugar de la fiesta. Muchos se andaban apuntando, que suerte que David siempre esté mudandose por toda la ciudad. Allá nos esperaban unos cuantos más y dos cartones helados. Un poco de descontrol y la poca cerveza alcanzo bastante bien, gracias a un barril a medias cortesía de Fedro. Mientras Toño entrevistaba a las chicas los demás se divertían y esperaban a que la fiesta fuera a mejor. Para ese entonces Pancho ya se había quedado dormido en una silla en el patio. Aarón nunca se atrevió a sacar una conversación con Ali, así es él. Dieron las ocho y fuimos al Hotel para recoger maletas, pero había algo de tiempo aun como para compartir impresiones. Todos los momentos fueron buenos. Un poco de hueva ya para ir a la central con plena luz por avenidas más bien lentas. La despedida y compartir unos esquimales Holanda, justo antes de que partieran a Ciudad de México para descanzar y dar un concierto en el zócalo. Así de memorable todo.