jueves, junio 03, 2004
Sigo pensando que Antonio Luque, como el café, puede hacerme sentir bien por las mañanas. Las canciones de Sr. Chinarro suelen ser siempre muy parecidas entre sí, y es ahí donde encuentro el apetito de congoja, no sé; el estar así sin hacer gran cosa, bebiendo sendas tazas de café y cigarrillos y unas bocinas a mi lado. La verdad es que esta semana también ha pasado un poco rápido todo, y con un poco de trabajo fluye todo más a prisa. Ahora suelo ser cuentacuentos para niños en una biblioteca, y pronto comenzaremos la catalogación del archivo de Cripil, cosa que nos llevará un mes o más. Algunos amigos se van y otros llegan, algunas más se van y otras se regresan a pedir perdón, por la última desconsideración o por no haber sabido cómo se dice adiós. Quiero hacer un fotolog próximamente, pues ahora tengo una cámara prestada y fotos más recientes. Pondré una cada día, como se estila en los fotologs. Pondré fotos de amigos y de personajes de mi barrio, espero se dejen retratar. He querido ir a la muestra de la Cineteca, pero no con tanto sol a cuestas, estaría bien que alguien me invitara en su coche y la entrada también si es posible, así no me importaría si la película resulta ser mala o aburrida, como la que vi el domingo pasado. Se llamaba Tiresias, y trataba de la desventurada vida de un transexual brasileño que va a caer en manos de un párroco francés poco confiable y con manías retorcidas. En una de ésas escenas en que la tiene atada a la cama, le saca los ojos con la punta de unas tijeras. El horror insospechado de esa secuencia, resulta ser lo único que da pie a pensar que puede ir a mejor o a mutar en un thriller consistente, pero no, ahí acaba y lo demás será sólo contemplación de una persona hacia otra, el vacío de la oscuridad interpretado poéticamente, algo aburrido. Ah y también se convierte en visionario u oráculo, una pendejada. Escucho en este momento a Lloyd Cole haciendo un cover de aquella entrañable canción de Nick Cave, que es People ain´t no goodNo es mentira llevo escuchándola una casi una hora. Los Pixies vienen al D.F. próximamente; no sé a quién le pueda interesar. En el chopo hay tantos darkys que confeccionan su ropa con la modista del barrio, y toman cerveza caliente en bolsas de plástico sentados en la banqueta, quizás a ellos sí que les interese. Mejor me quedo con Yo la tengo, aun así y que no soy tan fan, ha de ser algo refrescante verles en vivo junto con Las Comadrejas en Salón 21 u algotro bar del D.F.
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