Mis vacaciones han terminado. Ello no hace gran significado en la idea de que este blog vuelva a tener vida o ritmo, pero sí un recuento de lo que me tocó ver y escuchar en vacaciones estando en casa, en mi nuevo monitor que, desde la cama, se aprecia como una deslumbrante y luminosa pantalla digna de un home theatre en el sentido más do it yourself.

Sin orden aparente, haré un breve pero conciso recuerdo de algunas películas que, si bien no son parte de esa idea abarcadora y completista que me suele abordar en vacaciones, (de querer ver de 3 a 5 películas al día, sólo por que se tiene el tiempo suficiente), sí resultan ser verdaderos hallazgos y descubrimientos celuloides y discográfico en algunos casos.

El sabor de las cerezas. Quizá la película que más me haya recomendado mi amigo Pancho desde que lo conozco, y que hasta hace unos días no había visto. Abbas Kiarostami hace una de las llamadas películas de 5 pesos que mejor provecho ha sacado de entre las líneas de un guión, que aborda como idea principal el suicidio. Una idea sencilla que, al menos a mí, me atrapó desde esa conversación del protagonista principal con el muchacho granjero:

“...Tú vendrás a las 6 de la mañana a asomarte a ese pozo, gritarás mi nombre, y si en unos segundos no doy respuesta, echarás 20 paladas de tierra sobre mí. Después de eso, podrás tomar el dinero que está en mi camioneta, junto con ella...”.

I know, debí haberla visto mucho antes, pero simplemente no me había tocado. Lo que sí, es que los que la hayan visto, sabrán (o recordarán) la eficacia con que están fabricados, tanto el guión, como la austera producción, que hace que el despegarte de la pantalla resulte una tarea imposible, no es cierto? Me tocó verla en la tele a las 4 de la mañana accidentalmente y a causa del insomnio vacacional y, si estaba doblada al español, me da casi lo mismo...

Recién ayer domingo puse Subida al cadalso (Elevateur to L´echafaud) de Louis Malle, que había conseguido desde mitad de 2006 y no sé porqué no había podido videarla. Julien es un ex soldado, que ahora hace una suerte de oficio al servicio de la intellligentzia francesa. Al estar ligado con la esposa de su jefe, proponen matar a éste y apoderarse de algo más gordo. Ya dispuesta la escena de la huida y después de haberle dado muerte al jefe, recuerda que dejo una evidencia notoria, por lo que regresa a por ello, en eso, el elevadorista apaga la fuente de energía de todo el edificio por lo que Julien se queda atrapado en medio de los pisos. En su ausencia en la ciudad, el coche de Julien es hurtado como diversión por una pareja de adolescentes, lo demás todo es crímen.

Sr. Chinarro. El mundo según... (2006) Antonio Luque lo vuelve a hacer cada que se le pegue en gana eso de hacer un buen disco. Esta vez con un poco más de velocidad y menos críptico en su lírica y melodía vocales... Puede ser engañoso en un principio, y se podría pensar que se trata de un álbume conceptuale en el sentido de querer trabajar con el tema del oeste, ese cliché peliculesco del que todos sabemos un poco. Hay frases para escoger y traerlas rotuladas en la agenda, una para cada día, eso es algo que siempre disfrutaré. A saber: “Fuera los botones, esto no es ningún hotel” o “Te sientes punky con tus plumas Falcon Crest” Cuáles plumas, se pregunta uno..

Gracias a la censura franquista esta comedia negra (El extraño viaje Dir. Fernando Fernán Gómez 1964) ubicada en la España rural de los sesenta, resulta ahora una verdadera joya de culto para propios extraños. No sé de dónde saqué la referencia, pero igual fue por saber que el nuevo de Fangoria lleva este mismo nombre. Casualmente la película incluye algunos de los temas más socorridos en la canciones de Olvido Gara, a saber: travestismo, maldad cotidiana, asesinato, venganza, celos irracionales, etc... No les cuento de la historia, léanlo aquí. Recomendabilísima.

Luces al atardecer Dir. Aki Kaurismaki 2006 Viendo lo de Aki, uno puede decir; bah... son los mismos personajes siempre, y las mismas clases de historias de perdedores siempre también... pero fíjense en los colores de las habitaciones que ni a Almodóvar se le ocurren para sus decorados. Ya hasta pensé en pintar mi cuarto en un tono de azúl oscuro que aun no sé cómo se llama y meter una escalera de madera también, sólo para darle un toque Kauris y hacerme el raro.

Casi lo olvidaba, por tenerlo todo el día puesto, será. Sinceramente nunca me había dado a la tarea de ponerme un disco entero de Parade (Antonio Galváñ) Todas las flores. También es cierto que gracias a una canción de Parade (Gagarín en Calabuch) conocí o me interesé más por el cine de Luis G. Berlanga, particularmente a partir de Calabuch. Antes sólo había visto Bienvenido Mr. Marshall. Bueno, eso sería casi ponerme a comentar de las películas de este buen director. Lo de Parade me sorprende tanto, pues lo tenía tan olvidado, o pensé que se había desaparecido del circuito musical. Son 12 historietas que explican algo de: la estancia en una estación espacial, una bruja buena onda aunque amablemente pervertida, una chica que besó a la cosa del pantano, la cena de un señor lobo, autopistas elevadas, zombies en supermercados, un hombre que construye torres eifelles con palillos... entre otras cosas que bien podrían servir de inspiración para cortometrajes animados y sin falta de ingenuidad y lujo en la composición.