martes, febrero 22, 2005

Requiem por un Infante Difunto.



En Cuba colaboró para la causa revolucionaria.
Se exilió en Inglaterra por culpa de la causa revolucionaria.
Gritó "mueras" contra Fidel Castro para ser fiel con la verdadera causa revolucionaria.
Al igual que todos los parias de la revolución cubana, siempre tuvo un Mea Cuba en los labios.
Hoy, con su muerte, Castro no dejará de estar tranquilo en su palacio pero, desde su refugio subterráneo, G. Caín y sus discípulos lloran lagrimas negras de dolor y esperan la próxima caída del Comandante para carcajearse a sus costillas.

Aarón dixit.

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