Micky Jagger si me pasa.

De ahora en adelante el ir a conciertos masivos en lugares grandes y relativamente caros, representará el poder hacer el truco de comprar boletos a la mera hora en las afueras del evento. ¿Porqué? porque seguro los darán más baratos y podré tomar más, como en la noche de ayer con el diablo simpático y su pandilla. Obviando todo lo que se puede decir y todos dicen cuando han visto a los Stones, creo que aquí no tiene sentido alguno la pendejada de frase del tipo: “es que ya están bien viejitos ... es que ya no tienen fuerza, qué hueva” Váyanse al carajo, los Rolling son los Rolling y te cagas en los pantalones si Jagger se te acerca mínimo 10 metros. La elección de meter a Ale Guzmán para abrirles el concierto la verdad me tenía sin cuidado, que se quite los calzones es como si se quitara un calcetín... pero vamos, está bien... preferible la Guzmán que Fobia, al menos no subió a su papá a cantar, ni interpretó satisfaction en español. Las más de dos horas y media que rockearon me la pasé con la boca abierta. Lamento que mis mejores amigos no hayan podido o querido ir, creo que me la hubiera pasado genial estando con ellos y con los Stones, pero aun así me lo pasé genial al lado de Anais y Héctor que nos observaba desde las butacas de preferente y nos gritaba como si fuéramos nosotros las stars pero no lo escuchábamos, estábamos alelados, completamente alelados siguiendo de un lado a otro a esas majestades satánicas.

Les dejo con esta rareza de versión de Sympathy for the devil, (Compasión por el diablo) una de mis favoritas, pero cantada por esa magnifica banda mexicana de los 60 llamada Los Pulpos. Va dedicada para todos aquellos que no aprendieron inglés en la secundaria.