miércoles, septiembre 29, 2004

A veces dibujando un horizonte.

En esta parte iba a escribir sobre lo que me había parecido la película que acabo de ver en el cine. Y la verdad es que me place más hablar sobre el reencuentro con una amiga que, a decir verdad pensaba había perdido como tal. De la película diría que, viniendo de Almodóvar me cuesta un poco de trabajo entenderla como un producto deficiente; amén de las actuaciones de Gael y los lugares, colores y atmósferas comúnes del manchego. Todo bien, al menos por que La mala educación fue el artífice.

De Alejandra diría que qué ganas tenía de que coincidiéramos otra vez. Que nadie se equivoque pensando otra cosa, es el mero placer de la amistad. Así como hablar y no parar de hablar, escuchar como nunca lo habré hecho en las aulas de la Facultad. La cuestión de la amistad con mis amigas creo, pocas veces ha sido así de efectiva en la comunicación, y eso lo estimo tanto como mi gusto por la música, alguien cree que exagero?

Valgan pues estos párrafos para que se imaginen cómo pinta mi sonrisa en unos días como éstos. ¡Vivan las hamburguesas sin carne!

2 comentarios:

Gildardo dijo...

A mi también me dio muchísimo gusto platicar contigo, es como si no huiera pasado tanto tiempo sin vernos, fue como a ver dejado un platica inconclusa poco tiempo atrás y volverla a empezar fue muy sencillo.
Espero vernos más seguido y beber mucho más segudido..jojo
Alejandrrra

Gildardo dijo...

Claro, yo sentí algo muy parecido, más bien indescriptible. _______________________________
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