viernes, septiembre 22, 2006

Black Coffee

No sé exactamente desde cuando es que tomo café. Por mucho tiempo no me gustó, o simplemente no me interesaba tomar café. Pero fue en la Facultad donde comencé a comprar casi cada mañana un vasito de café para abrir bien lo ojos y aguantar a la maestra de Retórica que tanto gorro ponía. Café negro, americano solamente. Me dio por pensar que podría hacer unos cuantos comentarios sobre esta bebida que a muchos suele gustar y a los que no, simplemente te le hacen el feo y dicen: es que me cae mal al estómago, tengo problemas de gastritis, etc. Ok los entiendo, hay que ser moderados con todo.

A manera de repaso y como recomendación o advertencia cito los siguientes lugares donde he tomado café en la ciudad de Monterrey, me hayan gustado o no. Si hay uno que merezca la vuelta ir a probarlo, avísenmeObvio, esto lo escribo bajo los efectos del café.

Café de la Facultad de Filosofía y Letras UANL: Las cafeterías de las facultades suelen estar siempre abarrotadas de gente y mucha comida para los que se lo pasan ahí todo el día quemándose las cejas y, por consecuencia ponen poca atención en el café que venden. Me imagino también que por cuestiones de espacio es que no tienen una buena máquina cafetera de esas que lo hacen al vapor, al menos en las que me ha tocado conocer de la UANL. También es cierto que finalmente no les conviene que la gente se quede ahí ocupando espacio horas y horas tomando una tasita de café, mientras la gente busca espacio para colocarse con su plato de comida. El café de ahí en un principio era medianamente bueno, recuerdo. Ya luego, como digo, les importó poco si el café era de grano molido o Decáf. Obvio, era café soluble, pero juraban que estaba recién molido.

HEB: Este supermercado ha terminado por convertirse en uno de mis predilectos para comprar varias cosas, entre ellas el café que venden ahí. Resulta que es novedoso para un regiomontano que él mismo pueda escoger su café, pesarlo y molerlo. Antes, hasta te dejaban ponerle tu mismo el precio, dándote la oportunidad de intercambiar etiquetas y cantidades. Creo que después de un tiempo se dieron cuenta de ello. Otra gran ventaja es que tu escoges la cantidad que quieras, puedes comprar 20 o 30 pesos si no traes más, which is cool, eso te dura una semana, y aparte no da tiempo para que se le vaya la frescura. Suelo comprar Coatepec, Caracolillo o Córdoba, todas con C de café.

Café Venus (Real de Catorce) Posiblemente el mejor café que he probado en mi vida. Hace algunos tres años fue la última vez que visité Real de Catorce. Pasaba por fuera del Café Venus, pero siempre se veía cerrado, tenia curiosidad, y fue hasta el ultimo día que estuve ahí que lo abrieron, iba de salida y llegué. Charly, el dueño, un alemán muy buena onda es el mismo que prepara el café y los exquisitos pasteles y el café que está recién molido y recién hecho.. Una gran taza de ese café te hace amar todo Real de Catorce y viajar despierto todo el trayecto a Monterrey. Cuando vayan búsquenlo, esta sobre la la calle principal: Lanzagorta.

Super 7: Mi recurso mas recurrente cuando se acaba el que tengo de HEB, y por que me queda frente al trabajo. Por un tiempo me acostumbré tomar café del Super 7, no me cuestionaba mucho el sabor, necesitaba uno para despertar y ya. Me gusta cuando en invierno ponen en promoción lo de un café con dona incluida por 12 pesos. Lo que no me gusta es que no respeten cuando te dicen que después de una hora el café te lo dan gratis, no es cierto, sólo una vez me ha pasado que si me lo dieran gratis, las otras veces hasta discuten el horario, y te dicen: ah, pues es lo que hay, si lo quiere vale 10 pesos.

Sanborns / Vips: Siempre he considerado los cafés que venden en estos restaurantes son como funcionales, meramente por el hecho de que su sabor no es nunca lo más rico que uno haya probado (en mi caso) y porque finalmente no te sabe del todo mal y termina uno prendido. El de Sanborns siempre me ha dao la sensación de estar tomándome un café quye tiene mantequilla, y en todo caso creo que prefiero el que venden en Vips, aunque nunca he comprado del que venden para llevar en bolsas. Puedes beber tazas y tazas porque hay siempre refill, pero también pasa que puedes llegar a tu casa a revolcarte unas dos o tres horas a la hora de querer dormir, no sé, tiene ese efecto malaonda, o será que siempre he ido por las tardes o noches.

Starbucks: La novedad en la ciudad para muchos significa: “Óorale, nunca había pensado que tomar café fuera tan padre” Un poco como pasa con los iPods, con gente que en su vida se había puesto a escuchar un disco entero (no estoy generalizando). Pero creo que la ciudad se puede hacer más cafetalera con estos establecimientos, por sus innegables atractivos. Y en sí el café de Starbucks es buenísimo, no vamos a hablar de los precios y cosas así. Creo que vale la pena pagar 16 pesos por un café americano en un vaso mediano porque el café estás muy bueno, y el lugar es agradable

Andati (Oxxo): Tanta promoción para tan mal café. Y resulta que hasta las frases promocionales son malas: “Caliente, pero fresco” ¿Qué es eso, por favor, no se les ocurre otra cosa? Suponemos que es un café fresco. Es obvio lo de la competencia con el del Super 7, pero hasta los vasitos están re-pinches, los han visto? El café en sí es malo, sabe como a tierra, lo he sentido como re-quemado, creo que casi no se les vende y harán unas 4 jarras al día, lo cual es muy poco, eso da pie a que lo tengan ahí calentándose mucho rato.

Café El Mexicano (Cumbres): Este cafecito se encuentra localizado en el segundo piso del estacionamiento del Vips de Cumbres. Es una cafetería aunque pequeña, muy agradable, tiene unas 6 mesas dentro y otras 4 fuera. Venden varios tipos de café para llevar por kilo o medios kilos y no es caro. Si lo tomas ahí te dan una gran jarra y te cobran por persona digamos, así que el café nunca se acaba. Eso si, este también es de los ponedores, bueno, cuál café no lo es? Recuerdo una de mis primeras sobredosis de cafeína, fue en este lugar, estaba queriendo conquistar a la amiga de un amigo; terminamos siendo amigos.

jueves, septiembre 21, 2006

Coapa Heights

Dir. Yibrán Asuad

1999 - 2003

El relato de esta suerte de videohome se reduce a una jornada en las bien ponderadas calles de Villacoapa. Erick y el Harris, acompañados de Edwarda Gurrola (no recuerdo el nombre del personaje) viajan en un atlantic rojo con la intención de conectar un papel que les prenda; para seguir pendejeando lo queda del día, comunicándose através de un característico slang chilango, quizá lo más rescatable o lo que más me dio risa. Después de hacerles un gane con dos pistolas a los camellos de la zona, siguen conectando por otros lados con personajes de características risibles, para al final llegar a una resolución que igual ni sorprende ni emociona porque en realidad tampoco había mucho qué contar.

Algo debe de haber aquí, ustedes dirán, teniendo en cuenta que trabajan artistas como Yibràn Asuad, Miguel Calderón, Artemio, Sonido Lasser Drakar, Edwarda Gurrola o Diego Luna. Yo creo que sí lo hay, pero medio se les va de las manos la idea de toda la película por culpa de algunos momentos sobreactuados o malactuados o con la poca definición e inconsistencia que tiene el guión en sí.

Mientras la veía, me pasó por la cabeza que sería genial poder explotar en un filme la estética de usos y costumbres de esos submundos en donde unos dealers tan primitivos como yonkeados manejan a diestra y siniestra un barrio de tantos en la Ciudad de México.

No sé qué tanto influya la cuestión de que ese filme se hizo en 1999 y lo estrenaron apenas hace tres años, las cosas cambian, you know. Véanla si tienen tiempo y si quieren saber un poco de todo lo que se hace en México a nivel independiente.

martes, septiembre 19, 2006

Don´t take your life

De muy reciente factura, Don´t take your life es el primer libro del cantante de la banda de pop punk originaria de Pórtland Oregon; Clorox Girls.

Justin Maurer expone literaria y literalmente los que podrían ser los episodios más significativos de su vida. Los primeros cinco relatos están estrechamente vinculados a una visión autobiográfica de su paso por la adolescencia, una adolescencia punk, en donde gustaba de monearse con gasolina mientras escuchaba discos de Black Flag y Circle Jerks.

En un estilo más bien directo y de pocas pretensiones literarias, Justin logra conmover a través de pequeños sucesos que si bien recuerdan a los textos de John Fante, también tiene una visión propia que hace que te imagines la vida de un sensible chico punk rocker de gira por ciudades de Canadá y Estados Unidos. Como en ese relato donde conoce a Sadie, una guapísima chica de Vancouver que lo deja simplemente anonadado, pero deja de verla mucho tiempo, y luego, sin esperarlo, ella llega a la banca de un parque cuando él se encuentra en una situación difícil, logrando una imagen o situación tan sublime, al menos eso es lo que me parece.

Un poco me arrepiento de no haber ido a ver a Clorox Girls, creo que la hubiera pasado re-bien.

Pueden preguntar por una copia de este libro en esta dirección.

viernes, septiembre 15, 2006

Wau y los arrrghs!!!


Pasa luego que uno tiene como en el olvido a ciertos grupos o a cierto tipo de grupos y que, un día, así como a lo lejos vas caminando por entre los puestos de la Lagunilla y escuchas algo que te suena re-bonito y re-maniaco, vamos que llama tu atención sobremanera Volteo a preguntarle al d. j. callejero: ¿Qué es eso que suena? Me dice: ahh, es un cover de Los Saicos. Lo sé, pero ¿quién hace el cover?. Ahh, son Wau y los Arrrghs!


Es garage del bueno y del arriesgado, del de farfisa incendiaria y tambores emdemoniados. Una banda que suelta todo lo que tiene para dar en cada una de sus canciones. En principio lo que más me impresionó es la voz: casi como escuchar a un cabrón recién salido del hospital, al que algo le ha pasado en la voz, que se la madreó, pero que le quedó con madres así. O la de un wey que de plano sabe guturizar de muchas maneras, todas pensando en un rock cavernoso.

Les recordarán seguramente a esos diablillos de Dr. Explosion; rock de la misma escuela, seguro que sí, Please, Gimmie some more of those old and dusties sixtie vinils.


lunes, septiembre 04, 2006

Vamos a quemar las naves.


Recién terminé de grapar las primeras copias del nuevo número de Vuélvete Underground.
Para disfrute mío, de algunos colaboradores y lectores de este fanzine estaré presentándolo en México, D. F. en el lugar llamado: El patio de mi casa (Viscainas 22 en el Centro Histórico). La fecha es el jueves 7 de septiembre a las 9 de la noche. Habrá mucha música a cargo de Ali Guagua, Carlos Icaza y Punyx. Espero puedan pasarse por ahi un rato y compren el fanzine que tiene un costo de recuperación de $25 pesos. Ya lo estaremos presentado acá en Monterrey muy pronto, en menos de un mes con algunas bandas bonitas, y una sorpresa.

sábado, septiembre 02, 2006