La única vez que me habia tocado ir a el super siete por un café y ver que estuviera caducada la hora para que fuera “fresco” me negaron mi café gratis, pero no me eonoje ni nada, solo lo pagué así, aunque no estuviera “recién hecho”. Hoy domingo que voy por uno, el café estaba caducado ya hacia mas de una hora, por lo que le pregunto al chavo que si es gratis. Me dice que sí, que lo puedo tomar sin pagarlo.
Voy saliendo del Seven y esta un señor gordo de barba, como de unos 40 y algo de años, se parecía un poco al Señor Barriga, personaje del Chavo del 8, iba vestido todo de azúl y con una docena de discos grabados en sobresitos blancos. Su apariencia lo delata también como alguien esconde una historia como triste o alguna enfermedad de esas de nervios. Cuando paso frente a él me dice: Hola, ¿No compras un disquito de Bon Jovi? Y le digo: De Bon Jovi no, pero a ver, ¿De qué más traes? Y dice: traigo de música disco de los 70, otro de Bon Jovi, una antología de Deep Purple... es que me gusta mucho el rock. Y yo: Bueno, dame el de Deep Purple, porque casi no los he escuchado, y si es una antología, pues mejor. El precio de 10 pesos me parece más que razonable, aparte de que mi café me lo habían dado gratis. Cuando vayan al Super Siete de la rotonda de Leones y Bolivar un domingo por la tarde, busquen a ver si identifican a este hombre, seguro que va comenzando con el negocio, ya traerá buenas sorpresas en esos sobresitos blancos. Ya hasta quiero ser su amigo...